Capitulo II
Explosión.
Dentro del auto, en esos pocos segundos, intentaba reaccionar ante este problema.
En el auto de enfrente nada ni nadie se movía, y esperaba atento mi reacción.
Era la primera vez que me cruzaba con un vampiro…no sabía que debía esperar, me enfrentaría con él o… esperaría su reacción antes.
Solo sabía que no bebía bajar la guardia y estar alerta, muy alerta.
Mis sentidos percibieron un movimiento, en donde de un momento a otro lo tenía en medio de los dos autos, esperándome…
Con mucha calma y cautela miré su expresión, era difícil saberlo, se notaba que estaba ansioso, bajo su máscara de tranquilidad.
Mis sentidos escasearon cada una de sus características y su alrededor, en busca de algo que me advirtiera del peligro y así estar alerta.
Sus ojos verdes eran muy oscuros y a pesar del vidrio del auto que se interponía entre nosotros era posible observar el ansia y la exaltación que había en ellos, además de la “aparente calma”.
Seguí escaneandolo, desde sus castaños cabellos, sus anchos hombros y su esbelta pero musculosa figura, hasta sus pies…
Sabía que debía enfrentarlo, así que con mucha cautela baje del auto y lentamente comencé a aproximarme.
Ambos estábamos en alerta pero con la curiosidad y la cautela en el rostro, en nuestros pálidos rostros.
— No debemos demorar esto…—dijo con un susurro—nos observan…—eso me inquietó, analice el área para saber, ¿Qué era?, ¿A que se refería?, y encontré lo obvio a unos cuantos metros de nosotros, de manera muy cuidadosa un grupo de “personas” nos observaban…
—No pueden oírnos, debemos ser breves y listos, si queremos salir con vida…debes confiar en mi…—me sonrió.
Se escucho un fuerte estruendo.
Yo lo mire extrañada sin poder comprender y sus ojos cambiaron de color del verde intenso al rojo sangre…no lo vi venir, solo me sentí débil, como no me había sentido nunca antes, débil…y con sueño, con mucho sueño…antes de que todo se tornara negro, vi su rostro cerca de mí, y vi como me tomaba en sus brazos protegiéndome…Me dijo.
—Lo siento…—oía mucho ruido, unos disparos…hasta que la oscuridad calló sobre mi, me sentí vulnerable, con una punzada de dolor en la espalda y en la cabeza…y luego…nada.
Una fuerte punzada en mi cabeza, y una fuerte quemadura en la parte superior de mi espalda me despertó…Sentía la garganta seca…estaba sedienta…hasta que las preguntas surgieron…¿Dónde estaba?...
El ardor aumentó. Perdí la conciencia y sentí el olor de la sangre, sangre fresca…mis ojos se abrieron de un solo golpe y rápidamente me agazapé, de un segundo a otro ya estaba de pie observando y analizando a mí alrededor…
Era una pequeña habitación, estaba a oscuras, (aunque eso no me afectaba), ellos no me podían ver, solo sabían que corrían peligro…Se oía y percibía en los sollozos de esas mujeres, cargados de miedo y terror.
Eran cinco y todos estaban juntos acurrucados unos con otros en una esquina de la habitación a menos de 10 pasos de mi…
La sed se intensificó, yo salte, actué, me alimenté, por puro instinto y en menos de 20 segundos ya todos estaban desangrados y secos, sin ninguna gota de sangre…
Sin vida a mis pies…
Mi mente comenzaba a aclararse y la sed se opacó, ya no era mi prioridad…ahora
Me abrumaron los recuerdos y con esto mis preguntas…
¿Quién me había dejado en la inconciencia?, ¿Quién era aquel vampiro al cual casi me había enfrentado?; ¿Quiénes eran aquellos que nos vigilaban y por que portaban armas?; y…¿Dónde estaba?...
Dolor…
Caí de rodillas (cosa muy rara para un vampiro recién alimentado).
Mi cabeza ardía… mi espalda quemaba, era un dolor muy intenso que nunca antes había sentido a lo largo de mi existencia…
¿Qué me ocurría?; ¿Cuánto dolor debía sentir?…¿Cuánto tiempo mas sufriría?...
Una puerta se abrió y…
—Debes descansar…—una voz surgió y con ella la sombra de tres personas…que se me acercaban…
—Han sido días muy duros para ti.
—¿Recuerdas lo que ocurrió?.
El dolor aún me abrumaba, pero esta vez iba disminuyendo de mi cabeza, hasta entrarse en la espalda…
La segunda figura, que me parecía mas conocida habló…
—Te hemos estado vigilando hace dos o tres días…mientras estabas inconsciente…Siento mucho la reacción que te causé, nunca pensé que reaccionarias así, frente a mi…y a los cazadores…
—Basta!, observa…deja que tome el control de si misma—La primera voz sonaba mas dura, con mayor autoridad…—Te daremos una habitación, no hay muchas disponibles,—Dijo esta vez dirigiéndose a mi—pero supongo que puedes ocupar la de Alex. Gabrielle, querida, llévala.
La tercera figura, la más pequeña y menuda, se comenzó a acercar a mí…
Mi dolor se intensificó…algo le ocurría a mi espalda, y no solo a mi espalda, sino a todo mi cuerpo, tenia convulsiones como nunca antes las había tenido…hasta que estallé.
Toda la habitación fue un caos, ráfagas de viento, pedazos de muros, todo se movía…
—Detenla Alex,…tranquilízala, ¡Aún no puede controlarse! —ordenó el mas grande, la primer voz.
La segunda figura, Alex. Con un ágil movimiento, estaba frente a mí.
Colocó una mano en mi frente y otra en la parte superior de mi espalda, donde se concentraba la mayor parte del dolor.
Intenté alejarlo de mi con un solo movimiento, pero al simple contacto que tubo su piel con la mía me comenzó a calmar…
—Tranquila, Tranquila—Me decía—debes relajarte…—Su suave voz hizo que todo comenzara a darme vueltas, a calmarme y las convulsiones desaparecieran poco a poco…hasta acabarse…
El dolor desapareció.
Quedando mi mente en la inconciencia…
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